A pesar de los esfuerzos del Gobierno de México por cumplir las exigencias del presidente Donald Trump -frenar la llegada de indocumentados y tomar medidas contra el tráfico de drogas-, no ha logrado evitar que EE.UU. activara este martes aranceles del 25% contra México; una decisión que ya había sido pospuesta 30 días a la espera de que la presidenta Claudia Sheinbaum hiciera gestos claros de colaborar con el Gobierno estadounidense.

Y los hizo, pero no han sido suficientes -hasta el momento, pues se habla de que este miércoles ambos gobiernos podrían llegar a un acuerdo-. El Ejecutivo mexicano, además de frenar la llegada de migrantes irregulares a la frontera sur de EE.UU., permitió la vigilancia de aviones, barcos y drones de algunas de las zonas más calientes en las que opera el narcotráfico. A esto se sumó, el envío la semana pasada de 29 capos del narcotráfico, encarcelados por México y sobre los que a lo largo de los años EE.UU. ha pedido su extradición sin éxito.

El caso más sobresaliente ha sido el de Rafael Caro Quintero, que participó en 1985 en el secuestro, las torturas y el asesinato de un agente de la DEA, Enrique Camarena. Un capo que se podría enfrentar a la pena capital en EE.UU.

México no ha sido el único país de América Latina objeto de las decisiones del Gobierno de Trump en los últimos días. Tras varias semanas de negociaciones con Venezuela, que permitieron el envío de deportados y la liberación de seis estadounidenses, presos en las cárceles de Maduro, EE.UU. impuso la semana pasada el veto a petroleras de ese país para operar en Venezuela.

Una decisión aplaudida, entre otros, por la líder de la oposición, María Corina Machado, que horas después de su reacción vio como varias personas no identificadas intentaban allanar su vivienda en Caracas. Machado, que desde hace meses vive en la clandestinidad para no ser detenida por el régimen chavista, lo denunció a través de las redes sociales.

Cuba, por su parte, se ha sumado a los países que han recibido indocumentados deportados por EE.UU. Más de un centenar llegaron en un avión a la isla. Esta medida ha coincidido con la reactivación de las excarcelaciones de presos políticos que estaba en pausa desde la llegada al poder de Trump, que nada más llegar a la Casa Blanca volvió a meter a Cuba en la lista de países que patrocinan el terrorismo.

Otra decisión, no tomada por Trump, pero que sí afectaría su política hacia la región, en particular a Panamá, ha sido el anuncio hace unos días de la compra por parte de un consorcio liderado por la inversora estadounidense BlackRock de varios puertos en el canal de Panamá, objeto de deseo por parte del presidente estadounidense ante el temor de que se convierta en un punto estratégico para China.

En el resto de la región, la crisis de Gobierno de Petro, en Colombia, sigue creciendo tras el nombramiento, como nuevo ministro del Interior, de Armando Benedetti, origen de la desmantelación del Gabinete del presidente colombiano. La férrea defensa de Petro hacia su controvertido colaborador ha provocado el enfrentamiento con su vicepresidenta, Francia Márquez, muy crítica con Benedetti, que ha sido desalojada de la cartera de Igualdad. Márquez denunció la semana pasada haber sido víctima de amenazas tras denunciar corrupción en el Gobierno de Petro.

El Gobierno mexicano convoca una movilización en la histórica plaza del Zócalo donde, el próximo domingo, Claudia Sheinbaum responderá a los aranceles impuestos por Donald Trump al comercio de México con Estados Unidos.

El presidente estableció aranceles del 25% a todos los productos fabricados al sur del Río Bravo y Sheinbaum anunció que impondrá medidas similares que serán reforzadas con otras penalidades extra arancelarias.

El Tren de Aragua se ha establecido como organización criminal trasnacional en gran parte de América –de Chile a Estados Unidos–, saltando las fronteras de Venezuela de la mano de la diáspora venezolana que huye de las condiciones económicas y políticas de su país.

La orden de Donald Trump nada más llegar a la Casa Blanca de catalogar al Tren de Aragua (TdA) como organización terrorista extranjera ha puesto al grupo en el ojo de la Administración estadounidense y puede dar argumentos para combatir al propio régimen de Nicolás Maduro..

Cuarenta años han tenido que pasar para que el narcotraficando Rafael Caro Quintero, condenado en México por su participación en el asesinato de un agente de la DEA, vaya a ser juzgado en EE.UU. El Gobierno de México en su carrera contra reloj para evitar la imposicion de aranceles por parte de Trump envió a EE.UU. a 29 narcotraficantes, entre los que se encontraba Caro Quintero, considerado el 'narco de narcos' en México, y que se podría enfrentar a la pena capital tras ser juzgado en suelo estadounidense.